martes, 13 de septiembre de 2011

La Tormenta trajo al Equilibrio y la Sabiduria.

Perdido en el silencio de aquella noche,
Susurrando a mi oído lo que fue de mi,
Y lo que será de mí,

Miro al espejo (consternación), mi alma esta perdida
Miro las estrellas y no te encuentro, o tal vez no entiendo.
Quizá me encuentro a mi mismo
Pero no logro sentirme.

extraigo de una gaveta empolvada
Los sueños que una vez fueron mi edén eterno, mi mayor anhelo
Aquellos que poco a poco se perdieron en el augurio del tiempo
Un frío inmenso me abraza y por alguna razón me da vida
Quizá por fin entiendo que todo lo que empieza termina
Esto me alienta, me anima.

Abro mi corazón buscando tocar las nubes con mi latir
Alejando todo eso que no me ha dejado persistir.

Miro nuevamente las estrellas
Pero viendo el universo.
Este es mi refugio.
La vida, la muerte, todo pasa
Pero lo divino, lo que realmente es real
Solo avanza, se vuelve más puro, más eterno.

Si en el suelo vivimos y en el morimos,
Por qué negarnos a sentirnos por el suelo,
A sentir que el dolor nos pulveriza, pues polvo fuimos

Como las almas se levantan cuando el cuerpo cae
Como las plantas crecen aferrando sus raices en el
Así deben ser los tropiezos.

Como lo divino se transforma
Como la pureza lo hace más fuerte
Así deben ser nuestros pensamientos

Uniendo mente y cuerpo,
Conseguirás la clave para tus angustias
Uniendo el alma y el corazón
Tendrás la llave del sarcófago de tus respuestas

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