martes, 13 de septiembre de 2011

La obra de Dios.


Bendita las palabras que escribo con mi voz
Bendita la mañana cuando canta un ruiseñor
Benditas sean mis manos que se elevan al señor
Bendito este paisaje como cuadro en redención

Acuarelas celestiales en un lienzo magistral
Con pinceles refulgentes lucidez dejas mostrar
Cada detalles es real, cada efecto es de verdad
No dejas nada al azar

Con el llanto de tu cielo calmas todo mi pesar
Con el brillo de tu sol iluminas todo y más
En las noches aun hay brillo figurando que ahí estas
Si me pierdo en mi mismo allí me podría encontrar

En un punto muy pequeño me vería con claridad.
Lo preciso de este hecho al pasado a de callar

Oh inmenso padre, omnipotente Adonai
A tu cielo envío plegarias y en mi estela quedaras.



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