sábado, 20 de octubre de 2012

Anonimo.

Arribo la mañana, apenas podia sentirme en el fulminante y turbeo silencio,
mi mente divago y se perdio en laberintos eternos,
dejandome preso en mi propia inocencia; Resignado entendí,
que nada me pertenece, que de nada soy dueño, que la vida son sueños,
sueños cumplidos traducidos como realidad.
En medio de quejas clamè, jurè, confiè,
sin aferrarme a ese orgullo que ya se habia escapado junto aquella ultima lagrima;
Fue solo cuestion de horas, tiempos de soledad y pensamientos,
de recuerdos y encuentros de suprema voluntad.

fue mas que presencia, mas que miradas y tres besos,
fueron sonrisas descubiertas, viajar en burbujas aun sin entender,
fue la respuesta imperpleja perfecta, y mas que una respuesta un regalo.
Es llegar de nuevo a esta misma cama, estar solo, sin nada y ser feliz

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